Los orígenes de la Compañía
El suministro de agua al núcleo histórico de la ciudad de
Barcelona se remonta al siglo XI con la aportación de las aguas
subterráneas captadas en la parte del lecho del río Ripioll
en Motcada mediante la llamada Acequia Condal.
Ya a finales del siglo XIX diversas compañías
privadas distribuyen agua procedente de captaciones locales a los pequeños
núcleos situados en el entorno de Barcelona, algunos de ellos incorporados
actualmente a su termino municipal.
En el año 1867 se constituye en Liege (Bélgia),
con capital belga y francés, la Compagnie dels Eaux de Barcelona,
con la finalidad de conducir y distribuir en Barcelona las aguas subterráneas
de la cuenca de “Dos Rius”.
Por otra parte, en el año 1871 se constituye la
“Empresa concesionaria d’Aigües Subterrànies
del riu Llobregat", con la voluntad de aprovechar las aguas
del acuífero del Llobregat para el abastecimiento a las poblaciones
del ámbito de Barcelona.
La constitución de la “Sociedad General d’Aigües
de Barcelona”
A partir de 1881 comienza el aprovechamiento de las aguas del lecho del
río Besós.
En el año 1882 la antigua “Compagnie des Eaux de Barcelona”
es adquirida por capital francés y se constituye en París
la “Societat d’Ainguües de Barcelona (S.G.A.B.)”.
A partir del año 1897 la S.G.A.B. controla la “Empresa
concesionaria d’ Aigües Subterrànies del riu Llobregat”,
que posteriormente absorbe, y conforma así el núcleo original
del sistema de abastecimiento en al ambito de Barcelona.
Progresivamente la Societat General d’Aigües
de Barcelona va adquiriendo pequeñas compañías que
actúan localmente en el ámbito metropolitano.
La Consolidación Territorial
Durante los primeros veinte años del siglo XX se produce la consolidación
territorial en un solo bloque ciudadano del antiguo casco urbano de la
ciudad y de los pueblos o ciudades de Hosafrancs, Sants, Les Corts, Pedralbes,
Sarriá, Sant Gervasi, Gràcia, Horta, Sant Andreu, SAnt Martí,
Poble Nou y la Barceloneta.
El incremento constante de la población obliga
a la sociedad a intensificar el aprovechamiento del agua en la cuenca
del Llobregat, sacándose a la luz viejos proyectos olvidados. Se
obtiene una nueva concesión para extraer 1 m cúbico por
segundo en Cornellà, ejecutándose las correspondiente obras
entre 1905 y 1909.
La guerra del 14 estalló coincidiendo con la aparición
en Barcelona de una epidemia de tifus realmente terrible que radica en
la contaminación del antiguo abastecimiento de aguas de Montcada,
propiedad del Ayuntamiento, como consecuencia de las infiltraciones producidas
en una canalizaciones defectuosas del barrio de Sant Andreu. La “Societat
General d’Aigües de Barcelona” inicia la lucha por combatir
la contaminación del agua y poner fin a las epidemias que asolaban
la ciudad de Barcelona.
En 1919, capital español, fundamentalmente catalán,
compra la totalidad de las acciones de la compañía francesa
e instala la sede central en el passeo de Sant Juan, 39 iniciando la cotización
de sus acciones de Bolsa.
La exposición Universal del Agua
El consumo de agua se incrementa año tras año y en 1021
Aigües de Barcelona perfora dos nuevos pozos en Cornellà.
La preparación de la exposición universal
comporta un desarrollo urbanístico del que “Aigües de
Barcelona” participa directamente. El éxito de la exposición
universal (1929), que confía buena parte de su brillo en los juegos
de agua y luz, es absoluto. La “Font Màgica”, creada
por Carles Buidas, se convierte en el símbolo de un colectivo.
En el montaje de estas instalaciones no solo Buidas muestra un extraordinario
talento artístico, si no unos conocimientos mecánicos y
técnicos que se pueden llevar a cabo porque no encuentra restricciones
en el suministro hídrico que necesita.
El crecimiento demográfico y la constitución de
la planta de tratamiento de Sant Joan Despí
En el año 1940, Aigües de Barcelona suministra a unos 75.000
clientes.
A consecuencia del ritmo de crecimiento acumulativo de
la demanda de agua, se hace indispensable, con el fin de poder atender
correctamente, recurrir al aprovechamiento de los caudales superficiales
del Llobregat.
Por esta razón ¡, se constituye entre 1953 y 1954 la Planta
de tratamiento del Sant Joan Desoí que inicialmente emplea únicamente
métodos de tratamiento de agua convencionales.
Al terminar la década de los 50, Aigües de Barcelona ya lleva
agua potable a 250.000 clientes.
La búsqueda de nuevas fuentes de suministro
El imparable crecimiento demográfico de la ciudad hace necesario
el aprovechamiento de nuevos recursos, para lo que el Ministerio de Obras
Públicas inicia la construcción, que pone en marcha el año
1967, de una canalización que desde el Ter puede conducir, hacia
Barcelona, 8 m cúbicos de agua por segundo. Esta importante obra
incluye también la planta de tratamiento que se ubica en el municipio
de Cardedeu.
A principios de los años 70 Aigües de Barcelona
suministra agua a mas de 550.000 clientes.
En el año 1976 Aigües de Barcelona instaura el mando centralizado,
con un edificio central y 26 estaciones remotas enlazadas por línea
telefónica.
A pesar de que a partir del año 1973 se produce una clara inflexión
en la demanda de agua, que modera notablemente el creciminento de los
años previos, al finalizar la década Aigües de Barcelona
suministra agua a unos 925.000 clientes.
Las nuevas tecnologías y los nuevos tratamientos
especiales para mejorar el sabor del agua
En el año 1983 se inicia la construcción del colector de
salmorras, canalización necesaria debido a la gran cantidad de
sal que contenía el agua del Llobregat, procedente de las explotaciones
de las minas de sal de Súria y Cardona. El colector, con sus dos
ramales en las cabeceras del Cardener y del Llobregat, envía las
salmorras de estas zonas directamente al mar y disminuye notablemente
la salinidad de las aguas utilizadas para el abastecimiento.
El año 1991 entra en funcionamiento el actual
sistema automático de explotación que garantiza la continuidad
del servicio, el mantenimiento de las presiones de referencia y el control
de calidad del agua distribuida.
En 1992 se pone en funcionamiento la construcción
de una importante ampliación de la línea de tratamiento
de la planta de Sant Joan Despí. Esta ampliación consiste,
fundamentalmente, en introducir el proceso de tratamiento del agua con
ozono, junto con una doble filtración de esa agua por arena y por
carbón activo granular para conseguir una mayor desinfección
y una mejor calidad del agua.
A finales del siglo XX, Aigües de Barcelona suministra agua potable
a mas de 1.200.000 clientes.
|